Dolor del nervio Ciático
es un sindrome doloroso causado por la compresión o irritación del nervio ciático que irradia al glúteo y a lo largo de la parte posterior de la pierna.
El tratamiento con osteopatía y fisioterapia te ofrece un examen detallado para encontrar la causa exacta del dolor y acceder a un tratamiento claro y específico que te ofrezca resultados duraderos en el tiempo.
Y es que puedes sentir un sólo síntoma o varios de ellos a la vez:
Síntomas más comunes.
- Dolor en el glúteo o que baja por la parte posterior de la pierna.
- Sensación de debilidad muscular.
- Sensación de adormecimiento.
- Pinchazos.
- Hormigueo y dificultad para mover o manejar la pierna.
Normalmente se nota en una sola pierna y el dolor puede variar desde un dolor sordo hasta un dolor incapacitante e insoportable.
Si este es tu problema, es probable que notes los síntomas durante todo el día y que varíen dependiendo de la hora, los movimientos que realices, o las actividades que hayas realizado.
El dolor asociado al nervio ciático puede estar causado por varias motivos:
- Hernia discal en la zona lumbar.
- Osteofitos en la columna.
- Artritis en la zona lumbar o cadera.
- Rigidez o tensión de la musculatura glútea.
- Traumatismos en la zona lumbar.
- Embarazo: debido a las alteraciones y cambios mecánicos de la pelvis y la zona lumbar a medida que el bebe crece y se desarrolla.
¿Cómo puede ayudarte el tratamiento?
La sinergia de la Osteopatía y la fisioterapia pueden ayudarte a mejorar o superar los síntomas. Y es que el tratamiento incluye un completo y detallado examen músculo-esquelético que permite determinar la causa de tu dolor.
Una vez encontrada la causa, se tratan las articulaciones afectadas, los músculos, ligamentos, tendones u órganos para reducir la presión en el nervio ciático.
Todo esto mediante técnicas manuales adaptadas específicamente a cada persona. Y es que el dolor del nervio ciático se puede resolver rápidamente apoyándote de unas buenas pautas y ejercicios que pueden hacerse de forma sencilla en casa.
Además, el yoga o el pilates aumentan la flexibilidad y la fortaleza de los músculos de la espalda lo que incide de forma positiva en el tratamiento y mejoría del dolor.
Es importante que mantengas una buena postura mientras estás de pie o sentado y procurar no pasar periodos largos de tiempo en estas posturas porque puede agravar el problema.
Con el estudio que te realizo en consulta, puedes identificar los errores que puedas estar cometiendo y aprender a corregirlos para conseguir una postura sana, y mantener a raya el dolor.
Ayudarte a superar el dolor es todo un reto
y mi compromiso es acompañarte durante todo el proceso.
Tengo la fortuna de haber ayudado a cientos de pacientes comprometidos con su salud, que han dejado atrás o mejorado su dolor y han continuado su camino hacia una vida plena.
Si ves que puedo hacer algo por ti, es el momento de ponerse manos a la obra.